Siempre vemos estas siglas en todos los protectores solares seguidas de un número 10,15,30,50,100…
Pero, ¿qué quieren decir realmente y cuál debo escoger?
SPF es el factor de protección solar que contienen las cremas (Sun Protection Factor en inglés). Este factor indica el número de veces que el protector aumenta la resistencia natural de tu piel expuesta al sol ante quemaduras solares.
Es decir, si utilizaras un protector con SPF 30, significa que tu piel tardaría 30 veces más en quemarse que si no te hubieras puesto protección solar.
Por tanto, un factor de protección solar 30 protege el doble que un 15.

Cada persona tiene un tipo de piel diferente. Unos pueden resistir más o menos tiempo que otros al sol sin quemarse; pero igualmente, os recomiendo utilizar un factor de protección alto en el momento que estéis directamente expuestos (mínimo SPF 50) para evitar futuros problemas en la piel.
¡No te olvides de proteger cuello y escote, estas son zonas que se manchan y arrugan muy rápido! ¡Y por supuesto, protege también tus labios!